Con el spray color plata recién comprado escribió en letra grande sobre el lateral del puente:
"Los besos que saben más amargos son
los que huelen a ayer".
Apoyó el bote sobre la cornisa y se dejó caer.
—¿Sabe por qué quiero hacer teatro?
—Realmente tengo muchísimo interés en saber por qué has venido aquí.
—Se lo voy a decir. [...]
—Así que quieres cambiar el mundo.
—Pues sí, me encantaría cambiar este puto mundo. Y creo que todavía se puede.
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